Wednesday, May 26, 2010

LA OVEJA NEGRA

Por Gloria González Fernández

“Este pueblo está sufriendo carestías, desgarriates en la justicia, mordidas, en pocas palabras, mangoneos y ¿esto nos pasa por falta de civismo?, ¿por falta de valor?, ¿por falta de cabeza? Entonces ¿por qué? pregunta Silvano Treviño Martinez de la Garza en su discurso de campaña en la que contiende por la prefectura de su pueblo y en la que su adversario es nada menos que Don Cruz, su padre. En su discurso, Silvano ofrece que bajo su gobierno: “Se acabarán las chicanas y el coyotaje, porque dice, la desgracia de este pueblo son los desgraciados mangoneadores y los lambiscones”.

Lo que describo es una escena de la película La Oveja Negra dirigida por Ismael Rodríguez y actuada por Pedro Infante y los hermanos Soler en 1949. El escenario es una plaza en un pueblo mexicano, colmada de banderines, flores y guirnaldas que adornan el kiosko, así como una gran feria en la que las mantas que ondean los simpatizantes tienen consignas como “Silvano es la esperanza del pueblo. Vota por Silvano” o “Don Cruz para prefecto. Madurez y Serenidad, Don Cruz es la luz del pueblo, Arriba don Cruz”.

Sesenta y un años después, la forma en la que se realizan las campañas ha cambiado, pero tengo la impresión de que el fondo sigue siendo el mismo: los problemas que provoca la corrupción, la falta de compromiso, de educación, los intereses de unos cuantos. Sigue vigente la oferta de los candidatos de una solución, la demanda de los votantes, de una esperanza.

Por suerte, las banderitas dejaron de inundar las calles de basura post electoral, los carteles ya no abundan en los postes, pero aun así, los impactos de la publicidad de las campañas nos rodean por todos lados. Hoy, las fotos gigantes de los candidatos nos saludan en todas las avenidas, sus nombres nos acosan en las bardas, en la prensa, en la radio, en la televisión, en los nuevos medios.

Lo de hoy no son las flores en la plaza, sino los sitios de internet, la comunicación en tiempo real, el obsequio de las fotos de los candidatos con la gente cual si fueran estrellas de cine, el twitter, el facebook, el my space. Hoy las campañas tienen spots con carga emotiva, no con ideas, porque la investigación de mercado ha comprobado que estos últimos no venden igual. Los candidatos son –como también creo que eran ayer- productos qué consumir. Sólo que ahora con nuevos empaques, más coloridos, más bizarros. El hecho no admite juicios de valor, simplemente es así. Y ya no habrá vuelta atrás. La mercadotecnia política llegó para quedarse y no hay candidato que la desprecie.

Si Silvano y Don Cruz contendieran hoy en una elección, las diferencias que plantea la película serían las mismas, sólo que manifestadas en forma distinta. Don Laureano, el asesor político de Silvano estaría escribiendo tweets, publicando encuestas, quitándole el bigote y el sombrero para mejorar su imagen, obligándolo a tomar un media training, subiendo a youtube videos del opositor con “la Justina” y pidiéndole que hable en sus discursos de lo mal marido que ha sido Don Cruz con Bibianita.

Me parece que la reflexión política y la decisión de voto debería ser, en todo caso, mucho más seria. Pero igual que ayer, depende de cada quien.

Monday, May 24, 2010

NO MATTER WHAT

Por Gloria González Fernández

Eran los cincuentas y mis abuelos llegaban a la ciudad con nada más que un ramillete de hijos en los brazos. La familia de mi padre, de Jalisco, la de mi madre, de Durango.

Entonces Tijuana –generosa, - los acogió sin preguntas ni exigencias, les puso la mesa, tuvieron hambre y les dio de comer. Las historias de ambas familias terminaron y empezaron nuevamente cuando Tijuana les sugirió reinventarse y propició los encuentros.

Mis hermanos y yo nacimos en una ciudad de desbordante vitalidad, ruidoso crecimiento y natural vocación hacia la libertad. Sus calles son nuestra tierra; su joven historia, el hilo en el que entretejer nuestros recuerdos, algunos ciertos, otros exagerados por el tiempo y la nostalgia de unos días que aunque recientes, se desdibujan por el cambio vertiginoso de los últimos años en que Tijuana se convirtió en otra mujer.

Y digo mujer porque la ciudad nos da señales permanentes de su femineidad. Tijuana, la coqueta, la sonriente, la nocturna, la joven, la pretensiosa. Tijuana, la madre, la abuela, la tía, la pariente lejana que nos da su abrigo –no matter what-. Tijuana, la obrera, la trabajadora, la señora de la tienda, la empresaria, la estudiante, la doctora, la esposa, la vendedora de amor.

Reconocí mis verdaderos sentimientos hacia ella el día que me fui. Salí de aquí para buscar nuevas oportunidades y respirar otros aires y me descubrí de pronto suspirándole a los cerros áridos, a las playas frías, a los atardeceres anaranjados y a los tacos de carne asada de mi tierra, la mil veces vilipendiada, la pecadora confesa, la compleja y a veces terrible ciudad que nunca me ha dejado irme del todo.

Supe entonces que esté donde esté, Tijuana será siempre mi marca de nacimiento: la encuentro en mi acento, en mi apariencia, en el rock que me gusta oír, en el gusto por el trabajo que le heredé a mis padres, en la añoranza constante por la buena comida, en mi libertad para elegir, en el dolor que me produce la pobreza, en el tono directo, -golpeado dijeron algunos- que tienen siempre mis palabras, en el profundo amor por Alfredo que me hizo finalmente regresar.

Las mujeres de mi generación nos hemos enfrentado a varios retos. Durante los últimos veinte años el mundo ha cambiado abruptamente gracias a la tecnología, las comunicaciones, las modificaciones en los modelos familiares, los problemas económicos y la total incorporación de las mujeres al mundo laboral. A mí me ha tocado vivir este escenario en el que el desafío más importante es precisamente el esquema de cambio permanente en el centro de crisis, desigualdades, aguerridas competencias y una apatía social generalizada.

Los rasgos naturales de mi profesión obligan a la constante adaptación. Estudié comunicación y mercadotecnia y me he dedicado a ello con pasión y curiosidad. Comunicar es una tarea que requiere insumos y Tijuana los aporta sin codicia. Nuestra vecindad con California le da también particularidades a nuestro carácter, nos enfrenta diariamente a lo que somos, a lo que no somos, a lo deseable y a lo que no (por favor). Comunicar supone disposición al diálogo con lo distinto, tolerancia frente a la retroalimentación, empatía y ganas de platicar.

El cambio nos habita y en mi trabajo es imposible soslayarlo. Por eso, el reto para el futuro es también cambiar, pero hacerlo manteniendo como base la convicción primera, la congruencia, el listón que nos unirá siempre a lo que somos, a la historia de los que nos legaron, con su valentía para buscar tiempos mejores, un escenario nuevo de donde partir para volver a empezar.

El compromiso con el futuro es totalmente individual. Cada quien desde su lugar y su ánimo, desde el punto de apoyo de su propia palanca con la que luego se empuja –juntos- una comunidad.

Tijuana es todo lo que se ha hablado de ella y más. No es posible olvidar que su condición fronteriza ha multiplicado sus problemas, sus habitantes y sus intenciones. Yo sólo espero que no deje, -en medio de sus complicaciones-, de albergar hombres y mujeres de trabajo, de dar oportunidades y generar el clima exacto para la libertad creativa, para la convivencia social, el trabajo honesto, las vanguardias artísticas, la reflexión política y los besos furtivos o no, en una banca del parque Teniente Guerrero, en la mesa junto a la rockola del Dandy del Sur, o frente al rojo atardecer de las azules playas de Tijuana.

EL RIO



Por Gloria Gonzalez Fernandez

Hace unos meses, visité una comunidad en el sur del país, en la que el río que atravesaba el poblado parecía ser el centro de la vida cotidiana de sus habitantes. El río es ahí el espacio que da y quita al antojo. Cada crecida, por el río se van los recuerdos, las fotos, las cartas… El río es el espacio ideal para despojarse de lo indeseable. Tirar cosas ahí es olvidarlas para siempre.

Por otro lado, el agua que corre es vida para todos. Alimenta a los hambrientos a través de su variedad de peces de todos tamaños, provee agua para los sembradíos y hasta atrae al turismo que ve con buenos ojos el increíble paisaje. También por supuesto, esta fuerza puede volverse terrorífica cuando sale de control y arrasa casas, patrimonios, personas.

De hecho, esto es así para muchas poblaciones ribereñas. Incluso para muchísimas ciudades importantes. ¿Cómo pensar en París sin el Sena, en Roma sin el Tiber, en Londres sin el Tamesis o en Estambul si no tuviera el Bósforo? ¿Cómo serían nuestras ciudades sin el Lerma, el Grijalva, el Papaloapan, o el Bravo? Y más cerca de nosotros, ¿cómo entender Mexicali sin el río Colorado?

Las lluvias que llegaron esta semana a nuestra ciudad me han hecho reflexionar sobre lo que el Río Tijuana representa para nosotros. El canal anegado como pocas veces ocurre, es un recordatorio de un área que alguna vez estuvo inundada, donde la ribera concentraba casas de cartón y madera y los vecinos tenían muchas veces que trasladarse en lanchones improvisados, durante las crecidas.

En los años 70’s con el proyecto de canalización y urbanización, esto cambió.

Nuestro río, tímido, apenas visible algunos días, durante las lluvias busca regresar a nuestra memoria ampliando su cauce. Así, la zona que algún día fue propiedad del rio se convierte en grandes charcos y fuertes corrientes que arrastran lo que encuentran a su paso.

Efectivamente Tijuana tiene una cuenca importantísima para el medio ambiente local. Su desembocadura en el estuario de San Diego es de una enorme riqueza natural y casa de una gran variedad de especies de flora y fauna, únicas en el mundo, que contribuyen a generar un importante ecosistema.

El río Tijuana está ahí aunque no lo veamos todo el tiempo. Y la lluvia que en un día como hoy, nos parece amenazante, es de gran importancia para alimentar mantos acuíferos y dar humedad a la aridez de nuestra tierra.

Por desgracia, esta fuerza de la naturaleza tiene siempre el peor efecto en los que menos tienen, en los que se han asentado en terrenos irregulares, en los que no tienen acceso al transporte, en los que no pueden mantenerse al margen de inundaciones y fríos extremos. El río, con su poderoso caudal, se vuelve entonces atemorizante. Recuerdo en mi niñez el miedo ante la inminencia de un desbordamiento, que nos dio material para las pesadillas a muchísimos niños de mi generación. El Rio Tijuana, el veleidoso, en estos días de lluvia, viene y se presenta una vez más para recordarnos nuestra vulnerabilidad.

GUADALUPE


Por Gloria González Fernández
Mi abuela Guadalupe tenía 35 años la primera vez que las mujeres pudieron ejercer su voto en México, 36 la primera vez que una mujer fue diputada federal en nuestro país y 63 la primera vez que alguien de sexo femenino fue Secretaria de Estado. Después de vivir una guerra, dos depresiones económicas mundiales, varias pandemias, la reorganización política del mundo y la revolución digital de los últimos 20 años, su historia es un catálogo de las grandes transformaciones que ha tenido la vida de las mujeres los últimos cien años.
Las mujeres mexicanas gozamos hoy de una libertad de participación social inusitada durante la juventud de nuestras abuelas, incluso de nuestras madres. Su legado debe ser reconocido por quienes hoy votamos, dirigimos empresas, participamos en los medios, escribimos, encabezamos familias, construimos edificios, somos policías, soldados, científicas, obreras.
Me parece importante estar consciente de cuánto hemos cambiado en un siglo y de los retos a los que estos cambios nos empujan, entre ellos, tal vez uno de los más importantes socialmente: nuestro nuevo rol en la familia, o tal vez sea mejor decir: el nuevo rol de los hombres en la familia, porque al cambiar las mujeres, también ellos han tenido que cambiar.
Esta semana se cumplieron 50 años de la aprobación de la píldora del control natal en Estados Unidos, inventada por cierto, unos años antes, por el químico mexicano Luis Ernesto Miramontes. Este método anticonceptivo cambiaría la historia de las mujeres y revolucionaría su integración al trabajo y a la educación y modificaría con ello sustancialmente el modelo familiar. Se estima que actualmente 100 millones de mujeres en el mundo usan la píldora como método de planificación familiar. Imagine los alcances de este avance médico y sus consecuencias en las relaciones humanas.
Decidir cuándo tener hijos y cuántos ha representado un cambio extraordinario para las mujeres, junto con el gran invento de los pañales desechables, diría mi otra abuela. Sin embargo, la píldora ha tenido también muchos detractores, entre ellos la iglesia católica que no la autoriza, así como algunos grupos conservadores que la han considerado fuente de promiscuidad, adulterio y crisis en la familia.
Lo cierto es que más allá del conflicto moral o religioso que pueda representar su uso o de los efectos secundarios que se argumenta puede tener en la salud de la mujer, lo cierto es que su influencia social no puede soslayarse. No ha sido por supuesto, la única variable en la transformación del rol social, económico y político de las mujeres, pero sí, un factor de cambio en su sexualidad, las relaciones de pareja y su integración laboral.
Con sus 92 años mi abuela tal vez piensa que ha visto todo y mucho. Pero estoy segura que ningún día deja de sorprenderse de cómo y cuánto seguimos cambiando sus nietas y bisnietas y con ello su ciudad, su país, el mundo.

LAS REVISTAS

Por Gloria González Fernández
No sé a usted, pero a mí, me encantan las revistas. De todos los temas, de todos los formatos. Con fotos y sin ellas. Para hombres, para mujeres, para conocedores e iniciados, para el público en general.
Tal vez habrá notado que en las librerías mexicanas, la sección de revistas es la zona más concurrida. Hay muchos factores para esta fascinación de los lectores por dicho formato: primero, lo concreto de su oferta. Al abrir la revista, uno sabe casi exactamente lo que encontrará: las hay de carros, de cocina, de historia, de ciencia, de chismes, de política, de música, de tecnología, en fin… las posibilidades son ilimitadas, pero claramente diferenciadas. En términos de mercado, su éxito comercial es precisamente esa especificidad.
Otro encanto de este medio es la manera que el lector tiene de acercarse a ellas. Uno puede simplemente hojearla, leerla a profundidad, ver sólo las fotos, ver sólo la publicidad. Además, es posible leerla por etapas, poco a poco, incluso una página un día y otra después. La brevedad de los textos lo permite y lo alienta.
Otra ventaja es la posibilidad de pasar por varias manos, de ser leída y releída durante un plazo largo, a veces regido sólo por la espera del siguiente ejemplar.
En México hay datos elocuentes sobre esta industria: según algunos analistas, nuestro país es el mercado con mayor crecimiento a nivel mundial, tanto en circulación como en publicidad, con una tasa de hasta el 18% anual. La mayoría de las revistas que se distribuyen son controladas por Televisa y Expansión, los más grandes corporativos en este mundo editorial.
Solamente Televisa internacional, la editora de revistas más grande del mundo, produce 137 millones de ejemplares al año en el mundo. Imagine usted. Por desgracia, sus estrellas son las revistas de espectáculos o del corazón, que poco aportan al lector y nada estimulan su inteligencia.
En este universo de revistas, las de contenido cultural son escasas pero muy importantes. En México algunas de ellas congregan a las más importantes plumas del país y otras dan espacio a la joven imaginación de quienes empiezan a querer comunicarse.
Hoy las hay también electrónicas. En este momento, no existe revista importante en el mundo que no tenga su versión digital disponible en internet. Por otro lado, la llegada del blog generó el boom de las revistas unipersonales en las que se encuentran textos breves, fotos e imágenes diversas con las ventajas de este medio en el que no hay más editor que uno mismo y millones de lectores potenciales en la red.
El próximo viernes 23 es el día mundial del libro y la lectura. En nuestro país, donde el promedio es de un libro al año por persona, los invito a empezar a crear el hábito desde el mundo de las revistas, pero de las buenas revistas. El salto al libro, les aseguro, será después natural. Sé que lo van a disfrutar.

TIJUANEADOS ANONIMOS


Por Gloria González Fernández
No sé quién acuñaría el término “tijuaneado”, pero quienes somos de aquí o quienes tienen mucho tiempo viviendo en la ciudad, sabemos perfectamente a qué se refiere. Originalmente aplicado a los carros, lo “tijuaneado” es lo que ha sido desgastado por el simple hecho de transitar la ciudad, por el ataque diario de sus baches, por la intromisión del terregal, del polvo, la humedad; por el deterioro que le genera el andar sus avenidas.
Bueno, pues resulta que la productora audiovisual Galatea, encontró un nuevo sujeto que también puede tijuanearse: el ánimo de las personas. Así, los tijuaneados han sido desgastados física, mental y espiritualmente sólo por el hecho de habitar la ciudad, por padecerla, por sufrir su cotidianidad llena de contrastes.
“Tijuaneados Anónimos, una lágrima, una sonrisa” es el largometraje documental, producto de esta visión, dirigido por Ana Paola Rodriguez y Jose Luis Figueroa, filmado en la ciudad y que considera en su argumento a un grupo de personas que se reúne semanalmente para compartir experiencias, buscar soluciones y con ello, detener el fenómeno social de lo tijuaneado.
La película, que se presentará el próximo viernes en la ciudad, y durante toda la semana en el Estado, es una reflexión sobre Tijuana desde la perspectiva de sus habitantes, planteada desde los aspectos negativos, destructivos de la ciudad, para bosquejar un aspecto utópico pero esperanzador: la idea de que cada uno debe empezar por sí mismo para que Tijuana pueda mejorar. Un día a la vez, como dicen en alcohólicos anónimos. De hecho, el documental retoma el concepto de los 12 pasos de este programa.
Parte de la Selección Oficial de la quinta edición de la Gira de Documentales Ambulante 2010, la película se ha exhibido ya en la Ciudad de Mexico, Metepec, Cuernavaca, León y Morelia y esta semana empieza su gira por Baja California.
Originalmente concebido como arte público por Bulbo, el proyecto de cortometrajes documentales, radio, revistas, sello discográfico y emisora en internet que desde 2002 ha estado proponiendo temas para la discusión sobre Tijuana, “Tijuaneados anónimos” es un recuento de voces desesperadas que ya no pueden más y buscan ayuda frente a la indiferencia, frente a la violencia y el derecho de cambiar la realidad.
Entre los tijuaneados, uno escucha frases que hemos oído muchas veces: “Tijuana está condenada por su geografía”. “Tenemos el gobierno que nos merecemos”. “Al gobierno le vale porque a nosotros nos vale”. “Si la ciudad es la suma de todos, hay que cooperar con un granito de arena para que esta ciudad sea diferente pero empezando consigo mismo”. Como ven, lugares comunes, frases mil veces repetidas, que no terminan de convertirse en solución. Y sin embargo, es eso o no hay más. Así de simple, así de difícil. Así de importante aceptar el problema, para empezar a cambiar.
Ojalá puedan verla.

ÚNICAMENTE LA VERDAD


Por Gloria González Fernández
“Hay cosas que las manos nunca olvidan” le dice Camelia al reportero que le pregunta que si sabe disparar un arma. En realidad, más que decirlo, lo canta, pues lo hace su personaje en el marco de la primera narco-opera que se presenta en México y que retoma el mito de Camelia la Tejana a partir de la canción que popularizaron en los años 70 los Tigres del Norte.
La obra, estrenada la semana pasada en el Festival de México toma elementos que desafortunadamente rodean hoy la realidad mexicana: narcotráfico, ejecuciones sangrientas, violencia e inmisericordia, como marco para la recreación del mito popular de una mujer enamorada, involucrada en negocios de tráfico de drogas, que no perdona una traición.
La ópera multimedia titulada Únicamente la Verdad. La auténtica historia de Camelia La Tejana fue escrita hace 10 años por los hermanos Gabriela y Ruben Ortiz, pero no podría hoy estar más vigente. La obra, como la pieza musical que la inspiró, es una historia de amor y traición entre un hombre y una mujer, entre México y Estados Unidos, entre un negocio ilícito y una pasión.
¿Camelia sigue viva? ¿Existió? Esta es la anécdota escenificada que retrata a una moderna Salomé. Según Angel González, compositor de la pieza original, Camelia es en realidad un invento suyo. Sin embargo, con el tiempo han surgido varias mujeres que han asumidos su identidad como propia… Lo cierto es que por desgracia, se ha multiplicado el número de mujeres involucradas en el crimen organizado, cuyas motivaciones han sido similares a las del personaje.
En medio de la terrible inseguridad que padecemos las ciudades fronterizas, de las grandes desgracias que rodean a Ciudad Juárez, Matamoros y Tijuana a consecuencia de las actividades del narcotráfico, llama la atención el surgimiento de una propuesta semejante en las artes. Si bien, no se trata de una apología, sí de la incorporación de un personaje popular y violento a una de las expresiones artísticas mayores, como la opera.
En medio de discusiones sobre si se debe o no limitar la transmisión de narcocorridos en la radio y la televisión y del reciente anuncio de que la historia de narcotraficantes que narra el escritor Arturo Perez-Reverte en La Reina del Sur será convertida en telenovela, la narcopera Camelia la Tejana, es una más de las expresiones innegables de lo que sucede en nuestra realidad: la impunidad, inseguridad y el gran imperio del crimen organizado, que las manifestaciones artísticas no han podido soslayar.
Ya habíamos escuchado en los 90’s la muy popular versión que hizo para el rock el grupo La Lupita sobre este mismo corrido y visto en Tijuana, la maravillosa serie plástica que hizo el pintor Franco Méndez Calvillo sobre el personaje, aquí en Baja California.
¿Cuántas Camelias y cuántos Emilios más seguirán apareciendo en este imaginario? Muchos, seguramente. La frase final de la canción sigue vigente: la traición y el contrabando son cosas incompartidas.