
Mi sobrina tenía 8 años el día que me pidió ayuda para hacer una tarea sobre las gramíneas. Con mucha seguridad, le pedí que me trajera un libro que estaba en el estante de la sala. Cuando encontramos la información que buscaba, volteó a verme como quien ve a un mago sacar un conejo del sombrero… Con azoro me preguntó que cómo podría saber que la información que buscábamos estaría ahí… -“pensé que la íbamos a sacar del internet”, -me dijo. La respuesta era muy sencilla, le pedí el tomo con la letra G del diccionario enciclopédico. Ese fue para ella su primer enamoramiento con un libro. Desde entonces, es una ávida lectora de todo tipo de textos.
Traigo esta historia a colación con motivo de la Vigésimo Séptima Edición de la Feria del Libro que se celebra actualmente en Tijuana.
Según datos de la Encuesta Nacional de Lectura realizada por CONACULTA, el 44% de la población del país no lee libros de ningún tipo, mientras que en el noroeste del país, más de una tercera parte de la población no acostumbra leer ni libros, ni periódicos, ni revistas.
Según la encuesta nacional, los mexicanos compramos alrededor de 3 libros al año y el 40% nunca ha ido a una librería.
Pero aún si hablamos de los que leen, el 42% acostumbra leer libros escolares, lo que nos puede dar una idea del nivel de información que obtenemos de los libros y la importancia que tiene estimular a los maestros como agentes promotores de la lectura, apoyar bibliotecas y ferias como la que se celebra ahora en la ciudad.
Vale decir que de los encuestados, la mitad no pudo recordar el último libro que leyó, ni mencionar su libro y autor favoritos.
En los tiempos de las redes sociales por internet, los chat romos y el correo electrónico, la buena noticia para los libreros es que apenas el 1.8% de los entrevistados optaría por leer o bajar los libros gratis de internet.
Si bien, las diferencias en el comportamiento de lectura están relacionadas con edad, escolaridad, nivel socio económico, libros a los que tuvo acceso en su infancia, ubicación geográfica, etc. lo importante en todo caso es destacar el papel que tienen los padres y familiares en el desarrollo del gusto por la lectura, a través de la práctica de leer a sus hijos, de estimularlos a que lean libros que no son de la escuela y de regalarles libros. En ese sentido es importante desarrollar programas específicos dirigidos a la familia que promuevan y apoyen el papel de los padres en esta tarea.
Sé que los tiempos son difíciles y que la recesión nos obliga a ser cuidadosos con el gasto. Sin embargo, leer, estar informados, conocer otras opiniones, en fin, tener una mejor educación, pueden ser herramientas para mejorar nuestra calidad de vida en el presente y en el futuro. Además, muchas veces, de una gratísima manera.
Imaginen ustedes que según la misma encuesta, un 70% nunca recibieron un libro como regalo de sus padres o familiares. Hoy tenemos una oportunidad para hacerlo. Vayan a la feria.
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